Oxford street no es una calle, es una pasarela de paisajes humanos, un escenario abierto 24 horas, un manicomio ambulante, un circo que viste de paisano. Es un planeta dentro del planeta que establece un influjo definitivo sobre todo aquello que se encuentra en sus inmediaciones.
Cojan la calle Montera, súmenle el Love Parade, añadan un sol, una escena cualquiera de Blade y otra de Blade Runner, multiplíquenlo por la estridencia de El Grito de Munch y elévenlo a la Quinta Avenida, lo que salga aún tendrán que salpimentarlo con elementos almodovarianos, adobarlo con el Barrio Francés de Nueva Orleans (Ignatius Reilly incluido) y sumarle el logaritmo neperiano de la ley de Murphy, ahumándolo todo en los paraísos artificiales del Barrio Rojo.
El resultado se parecerá a esta calle, una de las principales arterias de Sydney, calle que desemboca en el centro de la ciudad. Eso es lo que nos dicen la cartografía urbana y la arquitectura. Pero la intuición habla lenguajes distintos.
PD: Prometo video.
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2 comentarios:
Hola guapísimo!!!
Entrar a trabajar, encender el ordenador, entrar en internet, acordarse de los expatriados del mundo, buscar los blogs, y echarse unas risas matutinas. Y encima ver que Turquía también existe en tu mapa (creo). Todo esto compensa el fatidico comienzo del dia: http://www.elpais.com/articulo/internet/Justicia/turca/ordena/bloquear/acceso/YouTube/elpeputec/20070307elpepunet_8/Tes
La sombra de Atatürk es alargada y cibernética
Besines asturistanbulis
no sabes las ganas que tengo de pillar un billete y verlo con mis propios ojos... y verte a ti mi niñoooooooo!!
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