Al llegar a Egipto, parece imposible ser capaz de leer la orgía de gusanitos que forman las letras árabes. Pero se consigue. El problema llega después, cuando se empieza a intuir la lectura. Los árabes tienen tres vocales: a, i, u. Y son dobles: largas y cortas. Cuando son largas, se escriben en la palabra y leer resulta de lo más fácil, pues se trata de juntar la b con la a para decir ba. Pero cuando son cortas, no tienen por qué ponerlas, y una misma sílaba puede ser tres al mismo tiempo. La palabra hay que conocerla de memoria para saber su significado, si no, scripta volant. Y sirve esta dificultad al leer para leer la dificultad de una cultura en la que nada está escrito: los precios, las conversaciones y las historias, como cada sílaba, como cada palabra, puede ser muchas cosas al mismo tiempo. Hace falta la memoria de tener muchas experiencias en este país para poder interpretar. Porque la vida en Egipto, como la lectura del árabe, requiere de la interpretación continua y de un abuso de la memoria para recordar e intuir cuando verba manent.
martes, abril 29, 2008
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2 comentarios:
Te voy a contar un chiste:
¿Sabes lo que le dice un niño muerto a otro niño muerto?
Respuesta: ¿Quieres gusanitos?
Y con lo anterior que nada significa, pero un chiste con el que me río bastante, me pongo más serio y te digo que en mis sueños te veo traduciendo a un líder del Magreb del árabe al español y del español al alemán-francés-inglés-italiano-ruso mientras insultas a un taxista que como siempre te quiere cobrar de más.
Menos mal q tú eres el Sr Memoria Prodigiosa, así q no tengo ninguna duda de q podrás con los "gusanitos". X cierto, ¡qué me gustan los gusanitos!, con ello empezó todo, ¿recuerdas? menos mal q son letras, pues la imagen de tí vendiendo cerámica tirado en la calle mientras aburrido comías gusanitos es de todo menos evocadora! jajajaja
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