La otra es elegante, sofisticada, fría y torrida al mismo tiempo, antigua y nueva al mismo tiempo, cambiante al mismo tiempo, feminísima. Organizada, con clase. Mira al resto con suficiencia, sabe que todo pasa por ella, que nada pasa sin ella. No tiene el descaro y la pujanza de ésta. No le hace falta. Mira al mar con melancolía porque está totalmente en la tierra, aunque se baña en agua dulce. Sus formas son más coherentes. Ella es la otra, ideal para un engaño de temporada o casi para toda la vida. Melbourne es la Australia que me hubiera gustado y la Europa que añoro.
4 comentarios:
Doy fe. Enamorado me fui de una europeísta Melbourne, más humana y también más canalla que Sydney, más cercana.
creí que te marchabas sin mencionar la única ciudad no abducida de australia. melbourne me encandiló por unas horas, sydney ni un segundo. lo que pudo ser y no fue... graciassss
Bueno, bueno, así que os vais a la otra punta del mundo, y la ciudad que más os gusta, la que más os "inspira", es la ciudad que más os recuerda al lugar de dónde venís! Sois unos románticos.
Emereci: me escarallo con estos dos.
(y lo digo yo, que todo me recordaba á terriña)
Crapu!!! Qué ilusión me hace tenerte por aquí! Y más aún verte dentro de poquito. Sin duda, haber hecho la beca en Melbourne hubiera sido distinto, estoy seguro. Pero he de decir que aún así me marcho con mucha pena por la gente que he conocido aquí. Por Sydney no, la verdad. Caesares, me sigue pareciendo una ciudad demasiado vacía.
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