Pasé una semana bien rodeado entre amigos y vestigios de civilizaciones antiguas. Hablamos de Australia, Angola, Chile y todo lo que pudimos de Turquía. Especulamos con su política, atravesamos el Bósforo. Atardecimos frente a las mezquitas y desayunamos junto a antiguas iglesias. Andurreamos a lo largo y a lo ancho de esta ciudad que cierra Europa y abre Oriente. Nos planteamos los siguientes viajes, para no parar, porque de eso se trata, ¿no?
miércoles, diciembre 05, 2007
Estambul
Los cinco sentidos son víctimas de Estambul, o más bien aliados. Estambul, afirma Arantza, entra por los cinco sentidos. Tiene olores a especias y a antigüedad, sabores a mediterráneo e islam, lleva a las pupilas épocas de todos los sabores, a los oídos llamadas a la oración al atardecer y cantos de celebración y protesta y ruidos, ruidos, ruidos. Su tacto, sin embargo, no se puede describir.
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