Va para un año (el 26 de febrero) que, movido por la envidia cochina hacia otros blogs, puse un mapa de Clustermaps en Oceanía Directo. Desde entonces me dediqué a contemplar el blog como un astronauta mira la Tierra desde la MIR esperando respuesta. Primero cada día, luego cada semana, al final cada no sé cuántos, se encendían unos pilotitos rojos que me hablaban de lectores en lugares improbables. Me respondian. Incluso hice viajes imposibles con la única finalidad de conectarme a mi blog en lugares remotos y que apareciera, en ese sitio, un pilotito rojo. Así podía comprobar que no era una ficción aleatoria de un programa informático. Y desde entonces, casi 7.000 conexiones han encendido puntos rojos en el mapa en lugares como Canadá, Uruguay, Mauritania, Vietnam, Japón, Marruecos, Suecia, Italia, Paraguay, Bolivia, Estados Unidos, Indonesia, Samoa (ese fui yo), Rusia, Portugal, Angola, Fiji, Sudáfrica, Israel, Egipto, Irán, Cuba, Chile, Australia, Bélgica...
A algunos puntos les pongo cara (algunas veces la mía propia), y a otros no. Pero a unos y a otros les mando un saludo, y un agradecimiento con la esperanza de que estas tonterías que de vez en cuando cuento, cuando afilo mi ironía o desnudo mi estado de ánimo, no les aburran. Porque a mí, personalmente, me hacen comprobar esa extraña magia que tiene sentirse escuchado a lo largo de todo el planeta en una sola vez, como si cada vez que subo una entrada, un mensaje fuese enviado en miles de botellas por todos los mares, y la gente las encontrara.
lunes, febrero 18, 2008
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