I. En mis noches de insomnio, cuando giro horizontalmente en mi cama sobre mi eje vertical, como la rotación de un planeta perdido enfundado en sábanas, esta imagen gira igual, horizontamente, dentro de mi cerebro. Estas dos palabras de neón recorren mis neuronas de una en una mientras me tapo hasta la cabeza para poder aislarme de todo, del todo. Simplicity funerals. Al principio fue una imagen curiosa. Luego inquietante. Ahora, casi al final, reveladora: es la imagen que mejor sintetiza la australianidad.
II. A pesar de ello, me quedo dormido y sueño. El neón se evapora y el sopor del sueño se hace primero con mis ojos. REM. Luego con el resto de mi cuerpo. Entonces sueño. Hace años leí un libro que se convirtió en un sueño para mí: "Entrevista con la Historia", de Oriana Fallaci. Veinticinco entrevistas entre finales de los 60 y principios de los 70 a algunas de las principales figuras políticas de la época. Veinticinco entrevistas para entender el mundo. Mientras lo leía, soñaba con hacer algún día algo parecido. Versión española, versión masculina, versión nuevo siglo. Al final, cuando me quedo dormido, sueño. Últimamente sueño que entrevisto a figuras políticas de mi tiempo: Fidel Castro, Felipe González, Jacques Chirac, Benedicto XVI desfilan oníricamente ante mis preguntas. Y entonces, los sueños sueños son.
III. A pesar de ello, muchas veces he soñado con guerras y otras muchas con países lejanos. En mis sueños he estado en Uruguay y Costa Rica, en Chechenia, Bosnia y Afganistán. Y en muchas córdobas tiroteadas. Últimamente viene a mis sueños un país que son guerras y lejanías: Papúa Nueva Guinea. Cuando vine a Australia pensé en Papúa. Mas cerca imposible. Pes es peligrosa y cara. Me voy de Australia sin pisar Papúa. Pero si no voy a Papúa, Papúa viene a mí. Viene a mis sueños algunas noches. Y entonces yo la viajo. Y los sueños, sueños son.
4 comentarios:
Mira, estaba buscando un libro para regalarle a un amigo por su (ya pasado)cumpleaños y este de la Fallaci podría estar bien.
Aprovechad el tiempo que os queda en Sydney. Te aseguro que al final se echa de menos.
Recuerda que no te puedes ir de ahí sin hacer LA ENTREVISTA al gondolero de Sydney. Eso sería, a larga, peor que lo de Papúa.
puta
Estuviste cerca en el Líbano. Los israelíes se te adelantaron unos meses. Lástima.
Podrá ser en Argelia. ¿Viviremos un año peligrosamente?
Menos mal que todo eso del insomnio es una mera licencia literaria que te permites para escribir esta entrada en el blog. Todos sabemos que duermes a pierna suelta al menos 8 horas al día!!!!!!!!
Papúa para tu vuelta al mundo. Ahora como dice Luis, disfruta lo que te queda en Sydney, que algo bueno habrá tenido venir a Australia, ¿no?
Y sigue soñando ...
Ahora voy a autoinmolarme, para que os quede clarito que estoy tan loca como parece. O incluso más.
Pues resulta-de-que a mi me gusta creer que los sueños son el guión de una especie de episodio piloto de lo que puede ser nuestra vida y que cuando los soñamos somos los ejecutivos de la cadena que decidirá si finalmente se graba el resto o no.
Entenderé que me rehuyáis después de este outing.
Bicos mil.
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